Los perfiles de color en artes gráficas se presentan como uno de los principales de caballos de batalla contra los que deben enfrentarse los usuarios a la hora de diseñar un catálogo, folleto o revista. ¿De qué forma influyen este tipo de perfiles en la impresión offset? Hablamos sobre ello en las próximas líneas.
Cómo influyen los perfiles de color en artes gráficas
Los perfiles de color antes mencionados son elementos que traducen la información aportada por las diferentes tonalidades cromáticas. Con esto último se quiere decir que los perfiles convierten los datos proporcionados por los colores al realizar, por ejemplo, una foto con una cámara digital, para que, posteriormente, pueda ser interpretada por una imprenta offset.
Es altamente relevante que se tengan en cuenta tales aspectos para aprovechar al máximo toda la información cromática cuando se realizan aquellas fotografías que, posteriormente, deseamos incluir, por ejemplo, en una revista o en un catálogo de moda. A la hora de editar imágenes que, posteriormente, se van a reproducir en una imprenta offset, resulta esencial elegir el perfil más adecuado. Lo más conveniente en estos casos suele ser utilizar perfiles de color estándar.
Las imágenes llevan asociadas, normalmente, un perfil de color. A la hora de realizar una foto con una cámara digital, este dispositivo asigna un tipo de perfil RGB a la imagen y este último es el que, más adelante, ayudará a transformar la foto a CMYK para ser finalmente impresa. En función del RGB inicial al que hagamos referencia, los tonos cromáticos de las imágenes pueden verse afectados, dado que cada perfil trabaja de una manera diferente. En este sentido, cabe la posibilidad de que, por ejemplo, un perfil aplique más cantidad de color negro en las sombras y, en cambio, otro perfil utilice la composición de CMY para las mismas, otorgando de esta forma un efecto visual diferente.
El espacio de color CMYK es el que se utiliza en las imprentas offset al imprimir una revista o un catálogo. Este espacio de color lleva asociado un perfil específico. Si, por ejemplo, las fotos que tienes para imprimir son en RGB, lo idóneo sería convertirlas al espacio de color antes mencionado de CMYK.
Para el procedimiento de trabajo de estos perfiles de color en artes gráficas, te recomendamos que simplifiques todas las variables lo máximo posible. Al fin y al cabo, lo esencial es que exista una comunicación fluida entre las diferentes partes que intervienen en todo el proceso gráfico.